Si te has preguntado como abrir una inmobiliaria en España, en este artículo te desglosamos todos los pasos que tienes que dar y para conseguir la licencia de actividad de inmobiliaria. Se trata de un negocio muy atractivo y que reporta grandes beneficios.
¿Qué es la Licencia de Actividad de Inmobiliaria?
La Licencia de Actividad de Inmobiliaria es un permiso oficial que otorga el gobierno local para operar legalmente como una empresa inmobiliaria. Es el primer paso para montar una inmobiliaria y es esencial para funcionar dentro del marco legal.
Obtener esta licencia no solo es un requisito legal, sino que también brinda credibilidad y confianza a tus clientes. Es un indicador de profesionalismo y seriedad en el negocio inmobiliario.
¿Por qué es vital contar con una Licencia de Actividad para Inmobiliarias?
Reglamentaciones legales
Las leyes locales y nacionales establecen requisitos específicos que las inmobiliarias deben cumplir para operar. Estas normativas pueden incluir regulaciones sobre transacciones inmobiliarias, normas de construcción, y estándares éticos en el trato con los clientes.
Sin una licencia de actividad, una inmobiliaria puede incurrir en violaciones legales que resulten en severas consecuencias, como multas sustanciales o, en casos extremos, el cierre forzoso del negocio.
Mantenerse al día con estas regulaciones y poseer una licencia válida asegura que la inmobiliaria opere dentro del marco legal y evite conflictos legales.
Confianza para clientes
La confianza es un componente esencial en el sector inmobiliario. Los clientes buscan agencias que no solo ofrezcan propiedades atractivas, sino también seguridad y fiabilidad en sus transacciones.
Una licencia de actividad sirve como un indicador de que la inmobiliaria ha sido reconocida y aprobada por las autoridades pertinentes.
Esto proporciona a los clientes una sensación de seguridad, sabiendo que están tratando con una empresa legítima y profesional.
Además, una licencia puede ser un factor decisivo para los clientes al elegir entre varias inmobiliarias, inclinándose hacia aquellas que demuestren mayor transparencia y formalidad.
Crecimiento del negocio
Para una inmobiliaria, la expansión y el crecimiento son objetivos clave. Tener una licencia de actividad no solo permite operar legalmente, sino que también abre puertas a mayores oportunidades de negocio.
Por ejemplo, algunas propiedades o proyectos pueden estar disponibles exclusivamente para agencias licenciadas.
Además, una licencia puede facilitar la obtención de financiamiento o créditos, ya que los bancos y otros prestamistas suelen requerir pruebas de legitimidad y cumplimiento legal.
En resumen, una licencia de actividad es un elemento fundamental para el crecimiento sostenido y el éxito a largo plazo de una inmobiliaria.
¿En qué momento se necesita una Licencia de Actividad de Inmobiliaria?
Creación de la inmobiliaria
Desde el principio, al establecer una inmobiliaria, es esencial obtener una licencia de actividad. Este paso no solo es un requisito legal, sino que también establece las bases para un negocio estructurado y bien organizado.
La obtención de la licencia debe considerarse uno de los primeros pasos en el proceso de establecimiento del negocio, incluso antes de iniciar cualquier operación comercial o transacción con propiedades.
Expansión o remodelación
En el caso de que una inmobiliaria ya establecida decida expandirse (por ejemplo, abriendo nuevas oficinas en diferentes ubicaciones) o remodelar sus instalaciones existentes, puede ser necesario revisar y posiblemente actualizar la licencia de actividad.
Esto se debe a que los cambios en la estructura o ubicación del negocio pueden requerir nuevas aprobaciones o cumplir con diferentes reglamentos locales.
Actualización de licencia
Las leyes y regulaciones en el ámbito inmobiliario están en constante evolución. Por lo tanto, es crucial que las inmobiliarias revisen periódicamente su licencia de actividad para asegurarse de que siguen cumpliendo con todas las normativas vigentes.
La actualización de la licencia puede ser necesaria para reflejar cambios en la legislación, en las prácticas del negocio, o incluso en la estructura de la propia empresa.
Mantener la licencia actualizada es esencial para garantizar la continuidad legal y operativa del negocio.
Proceso para obtener la Licencia de Actividad de Inmobiliaria
CÓMO ABRIR UNA INMOBILIARIA: REQUISITOS
Según datos del Consejo General del Notariado en España, la compraventa de viviendas subió un 15,49 %, en abril de 2022. Una de sus consecuencias es que se realizaron más de 60 000 transacciones en ese mes. Esto es solo un pequeño dato de cómo se ha recuperado el sector, tras el parón del covid.
Por tanto, la idea de abrir una inmobiliaria como proyecto de negocio tiene más sentido que nunca. Pero ¿cuáles son los requisitos? ¿Puede hacerlo cualquiera? ¿Qué profesionales intervienen? Una de las grandes ventajas de este sector es que puedes abrir un negocio inmobiliario sin tener experiencia. Una diferencia con otros negocios es que no vas a necesitar hacer un trámite específico para ponerlo en marcha. Eso sí, para crear una inmobiliaria es básico concretar los pasos que exponemos a continuación.
1. DECIDIR CÓMO TRIBUTAR
La legislación española permite al trabajador adoptar una figura laboral entre varias opciones. Una de las más utilizadas es la de autónomo, convirtiéndote en un API (agente de la propiedad inmobiliaria) sin necesidad de local. Para legalizar este trámite tendrás que:
- Darte de alta en el censo de empresarios, profesionales y retenedores de la Agencia Tributaria (modelos 036 y 037).
- Darte de alta también en el régimen RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos).
- Colegiarte como agente de la propiedad inmobiliario en tu comunidad autónoma. Hace unos meses era un trámite voluntario, pero hoy ya es obligatorio.
Otra posibilidad es crear una sociedad con el objetivo de montar tu propia empresa. En este caso, lo mejor es que acudas a un asesor para que te explique bien todos los trámites. Puedes encontrar estos servicios en una oficina técnica online donde buscar el proyecto en concreto que te interese y pedir presupuesto. Con ellos no solo aceleras el proceso, sino que en algunos casos se encargarán de registrar los permisos ante el ayuntamiento en cuestión.
2. LA LICENCIA DE ACTIVIDAD DE INMOBILIARIA
Un aspecto básico para legalizar tu nueva actividad es conseguir la licencia de apertura de la inmobiliaria. Para tramitarla, habrás de acudir al ayuntamiento donde vayas a ejercer la actividad o poner la oficina, si la hubiera. No te olvides de llevar la siguiente documentación:
- Copia y original de una comunicación previa o declaración responsable, en la que te comprometes a cumplir con las ordenanzas de la localidad.
- Es recomendable que te revise la declaración un técnico cualificado y especializado en estos informes. Los ingenieros y los arquitectos son los más recomendables.
- Adjuntar documentación técnica que justifique lo que indicas en la declaración.
Es importante matizar que no todas las localidades piden esta licencia. De hecho, la ley para la liberación del comercio (12/2012) indica que no es obligatoria, en general, en España, aunque con algunas excepciones. Entre ellas, que el negocio no cuente con un local de más de 300 metros cuadrados. Para evitar que no haya errores o dudas que pongan en entredicho la legalidad de tu negocio, lo mejor es que consultes a los expertos que hemos mencionado.
3. CÓMO ABRIR UNA INMOBILIARIA EN FRANQUICIA
Las franquicias son otro modelo interesante para considerar a la hora de pensar cómo abrir una inmobiliaria. Eso sí, hay que estudiar sus ventajas e inconvenientes. Sobre todo, está pensado para quienes temen hacerlo en solitario o creen que es muy arriesgado.
Entre los pros para ser franquiciado está que vas a ahorrar mucho trabajo previo en labores como difusión y creación de la marca. Los clientes ya te conocen y te tendrán cierto reconocimiento nada más abrir. Además, las franquicias tienen un recorrido consolidado en el mercado y un nivel de penetración que, en el mejor de los casos, te costaría meses o años conseguir por ti mismo.
Por el contrario, ser franquiciado significa tener que pagar un canon a la marca, de forma periódica. También deberás trabajar respetando ciertos procedimientos y normativas que estén asociados con la cultura corporativa original. En definitiva, vas a tener mucha menos libertad en la toma de decisiones.