Una vez que tengas en tu poder el certificado urbanístico o hayas comprobado la viabilidad de la frutería, es momento de ponerte manos a la obra. Nunca mejor dicho.
Si tienes que hacer reformas en el local, tendrás que contar con algunos proyectos y licencias. Veamos cuáles son los diferentes aspectos a tener en cuenta.
Análisis de un técnico: antes de adquirir el local
Aunque por temática lo hemos incluido en este apartado, la realidad es que deberías hacerlo antes de adquirir el local. Es muy importante que un técnico especializado lo visite.
En esta visita, el técnico inspeccionará el local para evaluar qué reformas tendrás que realizar para obtener la licencia de actividad de frutería. De ese modo, sabrás si necesitarás una licencia de obras menores o mayores o si bastará con un comunicado de obras.
Proyecto y licencias de obras
Si el local donde vas a abrir la frutería ha sido utilizado para una actividad similar, puede que no necesites hacer una reforma. En ese caso, será suficiente con que comuniques al ayuntamiento las modificaciones que vayas a llevar a cabo. Este tipo de cambios puede consistir, por ejemplo, en pintar el local.
En cambio, si tienes que hacer reformas, tanto si son grandes como pequeñas, necesitarás un proyecto de obras.
Necesitarás una licencia de obras menores cuando vayas a demoler paredes no estructurales, modificar o hacer cambios en la distribución o modificar o adecuar la fachada. Por ejemplo, si vas a poner rótulos o vas a cambiar los accesos al local.
Necesitarás una licencia de obras mayores cuando hagas demoliciones estructurales.
Proyecto de instalaciones
Un requisito imprescindible para conseguir la licencia de actividad de tu frutería es que las instalaciones del local cumplan con la normativa y cuenten con los certificados pertinentes.
La instalación eléctrica del local es uno de los aspectos más delicados en este sentido. Si el local no cuenta con las instalaciones correctas, por ejemplo, por baja tensión, hay que hacer cambios. Para ello, será necesario un proyecto de Instalaciones que encaje con la normativa actual. Lo mismo ocurriría en el caso del gas, la climatización o la fontanería.
Este proyecto debe estar visado por un ingeniero superior colegiado, nunca por el instalador. Un instalador no puede hacerse responsable del proyecto, aunque pueda ejecutarlo. El proyecto incluye:
- el cálculo necesario relacionado con las potencias de las instalaciones;
- planos y emplazamiento de las instalaciones;
- memorias técnicas y descriptivas de la instalación;
- pliego de mediciones y condiciones;
- estudios de seguridad para un establecimiento público.
Director de obra
El director de obra es una figura imprescindible cuando se lleva a cabo una obra mayor. También es muy aconsejable en los casos de obras menores. En cualquier caso, es la persona encargada de supervisar que se cumplen las regulaciones y las instrucciones técnicas. En este sentido, te aconsejamos dejarte asesorar por un profesional para analizar el local.
Entre las tareas del director de obra se encuentran las siguientes.
- Coordinar el equipo técnico-facultativo de la obra.
- Interpretar el proyecto ejecutivo.
- Asegurarse de que la obra se ejecuta en el plazo acordado.
- Adaptar y hacer las modificaciones pertinentes ante los imprevistos.
Finalmente, cuando termina la obra, el arquitecto o ingeniero encargado de ser el director de obra es quien obtiene el certificado de final de obra. Un documento imprescindible para, a continuación, conseguir la licencia de actividad de frutería.