En este articulo veremos los diferentes sistemas de energía renovable para nuestra vivienda.
Vivimos en la época de la sostenibilidad y la reducción del consumo, por suerte. Todo se ha puesto más de manifiesto debido a que, durante este confinamiento, nos hemos dado cuenta de lo cara que es la energía en nuestro país.
Sistemas de energía renovable
La solución a todos estos problemas, son los sistemas de energía renovable para vivienda. Si bien es cierto que estos sistemas son algo opcional en las viviendas convencionales, la verdad es que no dejan de ser “obligatorios” en el caso de una vivienda aislada de la red. Este tipo de viviendas tienen la cocina, calefacción y agua caliente “solucionada” con sistemas de bombonas de butano y propano o depósitos de propano a granel. Sin embargo, estas viviendas requieren de electricidad, que se puede conseguir gracias a diferentes sistemas de energía renovable.
Tipos de energías renovables
Energía minieólica
En las carreteras españolas son muy normales los grandes molinos de viento. A nivel de vivienda, se ha desarrollado una adaptación denominada energía minieólica. En estos sistemas se utilizan aerogeneradores de pequeño tamaño y cuya potencia no supera los 100 kilovatios. Este tipo de sistemas se pueden usar para viviendas aisladas o tradicionales.
La turbina eólica de estos sistemas generan energía suficiente para una vivienda de bajo consumo. Si bien es cierto que dependen del viento, los sistemas actuales son muy eficientes y son capaces de generar hasta 5 kilovatios y requieren de una velocidad de viento de 2 metros por segundo para poder generar energía.
Disponemos de dos tipos de turbinas:
- Eje vertical: su eficiencia es menor pero son más silenciosas y con gran tolerancia a los cambios de dirección de viento
- Eje horizontal: su eficiencia es mayor pero su tolerancia a los cambios y las rachas del viento es menor.
Toda velocidad mayor a 4 metros por segundo convierte a estos sistemas en recomendables.
También hay que tener en cuenta que habrá que instalar un aerogenerador en un espacio despejado y libre de obstáculos que bloqueen las corrientes de viento.
Si bien estos sistemas son capaces de generar electricidad, existen sistemas como la aerotermia capaces de usar la temperatura del aire para agua caliente, calefacción y cocina.
Energía fotovoltaica
España posee más de ocho horas de luz al día, lo cual lo convierte en un gran país para instalaciones fotovoltaicas, capaces de transformar la radiación solar en electricidad. Existen varios tipos de panel fotovoltaico:
- Monocristalinos: más caros pero con más rendimiento.
- Policristalinos: más baratos pero menor rendimiento.
- Paneles de capa fina: son flexibles por lo que se pueden adaptar a cualquier superficie. Sin embargo, poseen tienen un rendimiento menor, por lo que necesitaremos ocupar una mayor superficie.
Tanto la energía eólica como la solar fotovoltaica permiten el autoconsumo.
Energía geotérmica
Estos sistemas aprovechan la energía contenida en la corteza terrestre en forma de temperatura. Es decir, se aprovecha la temperatura del subsuelo para reducir la energía necesaria para climatizar o generar agua caliente en un inmueble. Con ellos no se puede obtener electricidad, por lo que, en el caso de viviendas aisladas, se necesitará otro sistema de producción de electricidad.
Según la profundidad a la que se realice la instalación se obtendrá un mayor o menor rendimiento. En general, en cualquier punto de la corteza terrestre, entre los 10 y los 20 m de profundidad, el subsuelo mantiene la misma temperatura durante todo el año.
Lo malo de estos sistemas es que, cuanta mayor sea la profundidad, más cara es la instalación. Si se puede aprovechar una temperatura extraída del subsuelo de 15 grados ya conseguimos un gran ahorro en climatización.
Energía termosolar
Este tipo de instalación consiste en placas planas (parecidas a las fotovoltaicas), por las que circula un líquido, el cual se calienta mediante la radiación solar. Una vez calentado se usa dicha temperatura para conseguir ACS y calefacción.
El intercambio de temperatura se lleva a cabo en un depósito acumulador, que puede estar en el interior de nuestra vivienda o en la misma cubierta, unido a la propia placa termosolar.
Con este tipo de sistemas tampoco se puede obtener electricidad por lo que se usan como complemento a los sistemas fotovoltaicos, de forma general.
Energía por biomasa
La biomasa es una de las alternativas al gas natural para calefacción y Agua Caliente Sanitaria. Se considera biomasa a la materia orgánica que se origina en un proceso biológico y que se usa como fuente de energía.
La biomasa que más se utiliza es la de pellets. Se trata de un combustible renovable gracias a que el dióxido de carbono que se libera al combustionar es el mismo que, con anterioridad, ha sido absorbido por los árboles para producir la madera, por lo que el balance es neutro.
Hay que tener en cuenta que se requiere de un espacio donde almacenar el combustible.