Uno de los grandes inconvenientes a los que nos enfrentamos cuando decidimos abordar un proyecto de reforma de una segunda residencia es que no vamos a poder estar presentes en la mayoría de las ocasiones para ver cómo evoluciona la obra, lo que asusta a muchas familias, ahora que la pandemia ha propiciado que vaya en aumento el número de ellas que quieren contar con una vivienda unifamiliar, un chalet, un adosado o un apartamento que esté a la altura de su residencia habitual, para temporadas largas, teletrabajo, vacaciones y fines de semana.
Y es que, antes de enfrentarse a una reforma integral, o del tipo que sea, conviene informarse de todos los permisos necesarios para iniciar la obra: si se trata de una obra mayor, con cambios estructurales importantes en el inmueble, o bien si es una obra menor, la típica reforma interior de una parte de la casa, como la cocina, el baño, el suelo… Tanto si se trata de una como si hablamos de la otra, es mejor confiarles esta tarea a los profesionales, máxime cuando los trámites con el ayuntamiento (permisos, licencias de obras), al ser una segunda residencia y no poder acudir presencialmente, posiblemente sean más farragosos, o directamente sean imposibles de llevar a cabo.
El secreto de un buen proyecto de reforma de una segunda residencia
Una buena planificación es el secreto del éxito para un proyecto de reforma doméstica. Hay que evitar desviarse de los planes iniciales salvo por causas inevitables, y debemos tener en cuenta que cualquier añadido al plan inicial supondrá, casi con total seguridad, una demora en la entrega de la obra de reforma.
Por supuesto que podemos tomar ideas de webs, de revistas de decoración, de programas de televisión, de vídeos en línea… pero hay que ser muy estrictos con el presupuesto asignado, dado que cualquier desviación en este sentido también puede suponer un sobrecoste indeseado en una reforma integral.
Son muchos los propósitos que podemos tener para reformar la segunda residencia:
- Convertirla en primera e irnos a vivir allí
- Lograr una mejor tasación para su posterior alquiler o venta
- Adaptarla a nuestras nuevas necesidades (más familia, teletrabajo, etc)
- O que, simplemente, haya pasado el tiempo y necesite un buen lavado de cara para ponerse al día.
Evidentemente, en nuestra reforma pueden entrar muchos perfiles y servicios, como fontanería, albañilería, pintura, climatización, aislamiento, decoración… y también podemos aprovechar para domotizar la vivienda, un aspecto este tremendamente útil si queremos controlar nuestra segunda residencia a distancia con un sistema domótico que integre varias videocámaras, sensores y, en general, un sistema de alarma que nos avise de cualquier intrusión, ya sea por robo o también porque unos okupas quieran instalarse en nuestra segunda residencia.
Por suerte, Projectum cuenta con un servicio de Proyectos de reforma que se encarga de todo el proceso, a fin de minimizar todos esos inconvenientes que trae la distancia, para que el cliente no pierda su tiempo, ni se enfrente a lo desconocido.
Nuestra empresa se encarga de realizar un intenso seguimiento de todo el proyecto de reforma, de principio a fin:
- Permisos y licencias solicitadas a su ayuntamiento
- Planos de obras e instalaciones
- Supervisión de las obras y de los tiempos previstos
- Asesoramiento integral para la reforma del hogar
- Selección de proveedores y calidades de los materiales instalados
- Recopilación de presupuestos y costes estipulados
- Y, en definitiva, todo lo necesario para que el proyecto de reforma de su segunda residencia llegue a buen puerto, sin sobrecostes inesperados y sin generarle preocupaciones añadidas.
En Projectum nos ocupamos de su bienestar para que su inversión repercuta en una mejor calidad de vida y usted cuente con una segunda vivienda tan cómoda y acogedora como su hogar de toda la vida: un segundo hogar.